Cambio en norma tributaria traería incumplimientos a los TLC

Gremios del sector comercio alertan sobre las posibles consecuencias de reformar las actuales reglas para importaciones menores a US$200.

El trámite del proyecto de reforma tributaria del presidente Gustavo Petro sigue marcando la opinión pública del país y dejando opiniones divididas entre los protagonistas del texto fiscal.

El sector de comercio exterior ha sido uno de los protagonistas de esta propuesta tributaria por un lado con el tema de los cambios en las zonas francas, a lo que se le agrega el apartado que se discute sobre la supresión del literal J del artículo 428 del actual Estatuto Tributario, una medida que podría impactar en los bolsillos de los colombianos y en la reputación internacional del país.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), en este apartado fiscal se encuentran las disposiciones que regulan la importación de mercancías por tráfico postal y tráficos urgentes cuyo valor final no supere los US$200.

“Con el propósito de proteger la industria nacional, evitar el uso injustificado o abusos de la red de tratados de libre de comercio, se elimina el artículo que contenía las modificaciones al literal j) del artículo 428 del Estatuto Tributario. En consecuencia, también se deroga este literal, al ser altamente compleja la fiscalización y control de estas importaciones”, reza la propuesta fiscal.

De acuerdo con la agremiación suprimir este artículo “supondría el incumplimiento del tratado de libre comercio con Estados Unidos”, ya que en el pacto está planteado este “compromiso” que resulta “útil para el comercio electrónico”.

Desde Analdex recuerdan que en la renegociación del TLC con sus pares de Canadá y México, Estados Unidos subió el mismo umbral hasta los US$800.

“Aquí pretenden unilateralmente desconocer esto (el acuerdo) y abolir el umbral (de los US$200)”, mencionó Javier Díaz, el presidente de la institución gremial a Portafolio.

Asimismo, desde la institución también llaman la atención sobre otra propuesta planteada en el texto fiscal acerca de pedir certificación de origen de los productos para beneficiarse del mencionado umbral.

“En el acuerdo (de libre comercio) no hay condicionamientos (…) La aduana colombiana no tiene la capacidad para controlar que se cumpla el origen”, apuntó Díaz Molina.

El líder empresarial mencionó que actualmente hay tres millones de declaraciones ordinarias y en el caso de envíos urgentes por avión -la figura que aplica- son 53 millones de paquetes.

“Imposible controlar el origen de esta cantidad. Esto solo generaría corrupción (…) Lo mejor es cumplir nuestro compromiso y actuar como lo hacen los demás países”, sentenció el empresario.

Para Díaz Molina, esto incumpliría la buena reputación que tiene Colombia y se prestaría para un posible bloqueo comercial por parte de los países socios. “Si incumplimos, también nos van a bloquear las compras por esta vía”.

De acuerdo con lo advertido por el Consejo de Empresas Americanas (CEA), esta propuesta, al impactar sobre los acuerdos comerciales firmados, “tendría consecuencias negativas para los importadores y consumidores colombianos en especial las mipymes, que suelen ser los principales beneficiarios del acceso y las oportunidades que ofrece el comercio electrónico mundial”.

Expertos coinciden en esta afirmación, ya que se afectarían los negocios con China, donde procede un gran flujo de mercancía.Empleos, otra de las preocupaciones del sector

Entre las demás inquietudes que han presentado los actores del comercio exterior, se encuentra una particular sobre los empleos. De acuerdo, por ejemplo, con la Zona Franca de Bogotá, garantizar una cuota exportadora para las empresas que hacen parte de este régimen especial, hay cerca de 43.000 empleos que están en riesgo por la implementación de esta figura.

En ese sentido, la institución pidió al Gobierno Nacional, “garantizar la continuidad de las zonas francas con infraestructura social”, como aquellas destinadas a la salud; además de preservar la seguridad jurídica de los inversionistas.

Por otro lado, el gremio de empresas estadounidenses levantó la voz sobre la posibilidad de gravar a las empresas digitales.

Tomado de: Portafolio