Joe Biden y el comercio internacional

Por: Angélica Peña Preciado, socia, Peña Preciado Consultores

Responder a la pregunta de qué puede esperar el comercio internacional, a partir de la elección de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, nos puede llevar fácilmente a lugares comunes y opiniones fundadas en el deseo. Con el fin de no caer en esta trampa, centraré este análisis en dos fuentes principales: el discurso de victoria de Biden y la propuesta de campaña del ahora presidente electo.

El discurso: el pasado 7 de noviembre Joe Biden se concentró en un mensaje de unidad y reconstrucción del tejido social americano. Anunció los siguientes ejes de su mandato: la batalla contra el Covid-19 basada en la ciencia; la construcción de prosperidad; la garantía de la cobertura en salud; la lucha contra el racismo sistemático y el cambio climático. Todo esto al tiempo que hace un llamado a la cooperación entre demócratas y republicanos.

El programa: en la página de Internet www.joebiden.com; el entonces candidato demócrata planteó su plan de recuperación económica basado en el fortalecimiento del sector manufacturero y por esa vía de la clase media, teniendo como columna vertebral el programa “Compra Americano”.

De este programa llama la atención el énfasis en compras públicas de bienes terminados, materias primas y servicios originarios de los Estados Unidos. Esta misma línea tendría el programa de inversión en innovación y tecnología que exigiría que las investigaciones financiadas con recursos de los contribuyentes, sean ejecutadas en territorio americano y lo que el equipo de Joe Biden llamó la recuperación de las cadenas de suministro para eliminar la dependencia de otros países para la producción de bienes esenciales. Llama la atención la propuesta de modificación del sistema tributario para desincentivar la producción y generación de renta en el exterior de empresas americanas. Todo esto al tiempo que se buscaría ganar un mayor acceso en los mercados de exportación.

La referencia al trabajo conjunto con países aliados es reiterativa. Este trabajo se concentraría en la reducción de la dependencia de competidores como China y en la modernización de las reglas del comercio internacional
para asegurar las cadenas de suministro propias y de los aliados.

Sin que sea expreso el programa en qué consiste la modernización de las reglas del comercio, sí deja claro que busca mayores estándares en materia ambiental, cambio climático, protección de los trabajadores y comercio justo. Un acercamiento similar al de la Unión Europea Diana Mutz en su artículo “Changing Party Alignments in American Attitudes Toward Trade” señala cómo hasta la elección presidencial de 2016 ningún partido tenía voluntad de tomar la causal del comercio internacional y del valor de la economía global, para después empezar a gobernar desde el pro-comercio. La realidad ahora es otra y la visión de la opinión pública también es distinta.

Joe Biden tiene la difícil tarea de moderar el discurso y generar confianza en un país dividido que ve con recelo “lo foráneo”. Hago un llamado a los lectores, bien sea que estén en el sector público o en el sector empresarial, para enfrentar los desafíos de las relaciones comerciales con Estados Unidos desde una perspectiva pragmática y entender lo que significa ser aliado y la necesidad de adaptarse a la modernización del comercio.