Inflación gringa bajó y el dólar acumula caída de $297

En lo que va de 2023, la TRM más alta estuvo en $4.989 y había un mal presagio que empieza a revertirse.

El Departamento del Trabajo estadounidense informó ayer que la inflación en 2022 terminó con un incremento anual de 6,5% y la noticia cayó como anillo al dedo en Colombia: durante la ronda bursátil, la divisa bajó hasta los $4.656 y volvió a una franja que no tocaba desde mediados de octubre.

Al finalizar la tarde, la Superintendencia Financiera confirmó que la Tasa Representativa del Mercado (TRM), indicador que fija el precio promedio del dólar, quedó en $4.692 para este viernes. Así las cosas, el billete verde acumula una caída de $297 desde que alcanzó su valor máximo de $4.989 el pasado 6 de enero.

Vale mencionar que, así como los colombianos, los estadounidenses enfrentaron un costo de vida muy elevado en 2022, incluso, en junio llegó 9,1% anual, el nivel más alto de los últimos 41 años y la autoridad monetaria de ese país ha tenido que capotear la embestida.

Las tasas de interés han funcionado como el extintor para sofocar el incendio y parece que han surtido efecto. El problema es que también han causado efectos secundarios en la economía global, como la disparada en el precio del dólar (ver Paréntesis). Particularmente en Colombia, la divisa norteamericana superó su precio récord 18 veces el año pasado y rebasó la barrera histórica de los $5.000.

Desde entonces, ha sido motivo de preocupación el efecto que un dólar tan caro puede tener en el valor de los productos que se consumen diariamente. Por ende, economistas, funcionarios e inversores locales han estado más atentos que nunca a la evolución del costo de vida en Estados Unidos, pues de ello depende, en buena medida, la curva del dólar.

Era lo que se esperaba

Sebastián Toro, educador financiero y fundador de la firma Arena Alfa, explicó que “el dato de inflación en Estados Unidos salió en línea con las expectativas, eso genera menos presiones en el alza futura de tasas. Digamos que la Reserva Federal (Fed) podría moderarse un poco viendo este dato de inflación”.

El especialista apuntó que el indicador DXY, que mide al dólar frente a una canasta de otras seis monedas, entre las que destacan el euro y la libra inglesa, ya mostró como la divisa norteamericana perdió fuerza: ayer cayó desde 103,1 a 102,3 unidades.

En ese sentido, Toro enfatizó que “el dato de inflación en Estados Unidos ayuda a toda la región y hace que las monedas se recuperen un poco, que es lo que hemos visto recientemente en Colombia, Brasil y Chile. Aquí sigue muy alto el dólar, pero está descendiendo”.

Wilson Tovar, gerente de investigaciones en la firma Acciones y Valores, hizo notar que, en un principio, todos los economistas subestimaron la disparada que estaba teniendo el costo de vida y no se esperaba que fuese tan prolongada.

Mencionó que cuando la autoridad monetaria de EE. UU. reaccionó, tuvo que aprobar incrementos acelerados en las tasas “y eso puso en modo de refugio y pánico a los inversionistas. Por eso la gente empezó a poner los dólares en bonos de EE. UU. y a buscar mercados más sólidos, esa salida de capitales también presionó mucho el precio del dólar en Colombia”.

“Hoy —añadió— cuando vemos tres caídas consecutivas en el costo de vida para los estadounidenses, se estima que ya la subida de las tasas de interés no serán tan aceleradas como las que hemos tenido en los últimos meses y el dólar deja de fortalecerse”.

Tovar señaló que mientras se sigan enfriando los precios al consumidor, habrá menos necesidad de subir con fuerza las tasas y por eso habría una valorización de las monedas emergentes.

¿Es buena noticia?

Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional del Comercio Exterior (Analdex), comentó que la caída en el IPC gringo “es una buena noticia para Colombia, que se ha visto afectada por la inflación internacional, a través de lo que se denomina inflación importada”.

El líder gremial había manifestado que el bolsillo de los consumidores locales se iba a resentir porque las importaciones iban a salir más costosas con dólar arriba de $4.800. En consecuencia, todo ese incremento se le terminaría trasladando a los precios finales de los artículos extranjeros y a los bienes que se producen acá, pero que dependen de materiales traídos de afuera.

En ese sentido, Raúl Ávila, economista y docente de la Universidad Nacional, señaló que, de continuar la tendencia bajista en el precio del dólar, sí habría un respiro en el costo de vida para los colombianos.

“Hay que recordar que un componente grande que tenemos en la inflación se relaciona directamente con los bienes importados, que sufren mucho con la tasa de cambio. Entonces, que baje el dólar implica que los bienes o materias primas que traemos disminuyen en precio”, complementó el profesor.

Ahora bien, hay que decir que la divisa todavía sigue cara si se le compara con los $3.942 en los que terminó en enero del año pasado. Por ello desde algunos sectores han pedido un control cambiario.

Frente a esto, Ávila expuso que “no es prudente pensar en esa medida, eso podría traer consecuencias nefastas a nuestra economía que, a pesar de todo, ha mostrado estabilidad y simplemente se ha visto afectada por la turbulencia internacional”.

Entretanto, Wilson Tovar anotó que, a pesar de que la inflación en EE. UU. ha cedido, todavía sigue muy lejos de la meta de 2% fijada por la Fed: “Los inversores pueden estar viendo que las tasas subirán hasta el 5% con incrementos muy lentos de 25 puntos básicos”.

Los funcionarios de la Fed han indicado que es probable que la tasa supere el 5% antes de que pueda frenar por completo el ciclo de aumentos y los mercados estarán atentos a la próxima reunión para conocer la decisión.

Tomado de: El Colombiano