De la prohibición a la facilitación
Hace ya algunos años, los sistemas especiales de importación y exportación, comúnmente conocido como el Plan Vallejo y las Sociedades de Comercialización Internacional por poco desaparecen debido a su mala utilización, pero también a la falta de control y administración por parte de la DIAN, sin embargo, esta no ha sido la única vez que la entidad ha querido eliminar algunos instrumentos de promoción al comercio exterior, tal es el caso de lo que sucede actualmente con los UAP y ALTEX, que dejarían de existir en marzo de 2020.
Y es que esa teoría – nefasta por supuesto – de prohibir o restringir cuando no se puede gestionar o administrar no es nueva, con estos instrumentos al igual que con otros, la satanización y
deslegitimación viene desde hace años; lo que sin duda alguna ha sido contradictorio cuando por un lado se pide crecer en exportaciones, diversificación de mercados y en general aprovechar los tratados de libre comercio y por otro se desestimula el proceso de la internacionalización de las empresas; que duro para un exportador enfrentar una devolución de un IVA o sencillamente entender que a veces las trabas son puestas por los mismos entes reguladores, cuando lo razonable es que el estado de manera coherente los apoye para llegar de manera eficiente y competitiva a distintos mercados.
El exceso de regulación, el control y la desconfianza han venido desgastando estos instrumentos; en buena hora se tomó la decisión de trasladarlos al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo- MinCIT, quien ha venido consolidándose en la administración de los modelos. Tecnología, información y recurso humano son fundamentales y son los grandes retos y desafíos que se demanda del MinCIT para lograr su fortalecimiento.
Pero adicionalmente el MinCIT debe desarrollar con soberanía la administración de los instrumentos frente a las interpretaciones que en doctrina se desarrollan, pues continúa siendo motivo de preocupación que la Dian interprete lo que a nuestro juicio ya no es de su resorte, pero además, que vuelva complejo los instrumentos de promoción tal y como está pasando con la regulación
aduanera, que se volvió el escollo a salvar por parte de los operadores del comercio exterior y en el que se trabaja para salir de este mal momento.
Estado simple, Colombia ágil, debe encargase en su capitulo de comercio exterior de modernizar, simplificar y hacer más amables estas herramientas para los exportadores, incluso evaluar, si es
más conveniente migrar a los llamados consorcios de exportación en el caso de las comercializadoras internacionales, que tan mala fama y prevención generan en las autoridades de control. Para uno y otro instrumento sería óptimo adoptar las siguientes medidas:
- Simplificar los requisitos de calificación y acceso;
- Eliminar la constitución de garantías;
- Fortalecer el uso de tecnologías para la administración de los instrumentos: 100% digitales
- Crear el OEA simplificado para SCI y PV
- Devolución acelerada del IVA (15 días hábiles)
- Modernizar y actualizar estos esquemas de promoción del comercio exterior
Necesitamos un gobierno que no prohíba sino que administre y gestione, para que se fortalezca
el concepto de libertad de empresa y la iniciativa privada, solo así se podrá lograr un verdadero cambio hacia la vocación exportadora.
Por: Diego Rengifo García