Una interpretación empresarial del ambiente de negocios en Colombia

 

En el informe de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, titulado “El ambiente de negocios en Colombia: una interpretación empresarial”, se intentan identificar las principales oportunidades y restricciones de la competitividad en Colombia. El documento está fundamentado en una encuesta a egresados de las Facultades de Ingeniería Industrial y Economía, con el apoyo del  Instituto de Estrategia y Competitividad del Harvard Business School.

La competitividad se define a partir de la capacidad que tiene la empresa para conectarse con el mercado internacional, condición que para las empresas colombianas requiere de una innovación constante y políticas estables a nivel micro y macro que enriquezcan la actividad empresarial y determinen un nivel de bienestar mejor para los ciudadanos.

Las ventajas competitivas identificadas en el país se evidencian en la política macroeconómica y un ambiente de negocios favorables, sin embargo, una de las deficiencias que impiden una óptima prosperidad económica son la instituciones públicas y el sistema legal, que interfieren en la inserción internacional y los estándares adecuados de calidad de vida, que a partir de la educación y el capital humano, se ve delimitado en la construcción de capacidades clave que impulsan a la productividad empresarial en la economía.

Así pues, el objeto del informe es analizar la condición actual de la competitividad en Colombia, a partir de variables micro y macroeconómicas de la economía, determinada por un ambiente de negocios que es influenciado por temas internos como la corrupción, los retos y oportunidades del posconflicto y la construcción de paz, seguido de aspectos como la inversión, internacionalización de empresas y apertura a nuevos mercados. Los resultados se obtienen a partir de la encuesta realizada a 2.200 egresados.

La falta de infraestructura y de sistemas logísticos es uno de los factores que más afectan en el desarrollo económico y empresarial del país, pues se dificulta la promoción de negocios al resultar ineficiente para proyectos de inversión. Además el régimen tributario incide negativamente en la competitividad empresarial, pues la tarifa efectiva que pagan las empresas colombianas es demasiado alta, reduciendo el incentivo para invertir.

Pese a los buenos resultados en términos de Inversión Nacional y de la Inversión Extranjera Directa (IED), comparados con otros países de la región, estos están muy concentrados en las áreas de extracción y producción de bienes primarios con pocos procesos y encadenamientos, a saber, los sectores de la minería, el petróleo y el gas. No obstante, las oportunidades comienzan a verse en los sectores de hotelería y turismo, y procesamiento y fabricación de alimentos.

De otro modo, la corrupción, fenómeno persistente en las economías latinoamericanas, sigue siendo preocupante, presentando a Colombia como un país con alta corrupción y con una tendencia a empeorar en el tiempo, según el indicador de transparencia internacional. Los empresarios afirman que esto desde luego “entorpece el desarrollo de los negocios en el país” y se da por la cultura de oportunismo y de facilidad que prevalece.

La integración regional es sin duda uno de los factores que determinan la competitividad en el país, que desde el año 2003 ha sido fortalecida por el inicio de una política comercial que dio lugar a la negociación y firma de acuerdos y tratados comerciales con otros países. A partir de los resultados obtenidos se evidenció que estos traen consigo oportunidades a todos los sectores económicos del país, que pasaron de estar enfocados en el sector primario a expandirse en demás actividades económicas que también han fomentado riqueza y crecimiento. Sin embargo, se resalta que muchos empresarios desconocen de los acuerdos y de ciertas políticas de inversión y de comercio internacional, por lo que o no se benefician o el uso de tales tratados es muy bajo.

La educación como gran participe en los análisis de competitividad, resulta deficiente en comparación a otras naciones, tal como también lo dicen los análisis y encuestas internacionales, sumándose la falta de bilingüismo. Gracias a la encuesta se determina que con excepción de las pequeñas empresas, las demás – en su mayoría – dedican programas de educación y capacitación al capital humano, con buenos resultados y niveles de satisfacción. Se resalta la falta de sincronización de temas y desarrollo de contenidos entre la educación y lo que demandan las empresas.

La estrategia empresarial es una de las herramientas que permite tener una correcta utilización de los recursos y competencias organizacionales. Para las pequeñas, medianas y grandes empresas esta estrategia trae resultados óptimos cuando se implementan medidas de diferenciación del producto y del precio, acciones que benefician la capacidad de competir en la economía global y al mismo tiempo mantener su productividad y alcance de crecimiento en los mercados pequeños.

Uno de los mayores obstáculos que han impedido el crecimiento de la competitividad en Colombia ha sido el conflicto armado, causas como la falta de infraestructura y presencia del Estado en zonas vulnerables han ocasionado que no genere un desarrollo económico sino que dependa de los grandes centros en los que se presentan una mayor actividad empresarial.

Finalmente, existen otras necesidades del país que reducen el nivel de competitividad de este y lo pone es una situación desfavorable tanto con sus pares latinoamericanos como con otras economías emergentes. Estas son: un buen sistema de salud, bilingüismo de la población y profundidad de los clústeres del país.

Tal y como se vio en el informe Doing Business del Banco Mundial, aún es necesario avanzar en aspectos relativos a la infraestructura, la regulación y los sistemas logísticos. Promover la convergencia de desempeños entre ciudades, mejorar la coordinación entre las entidades y avanzar las iniciativas en curso, son algunas de las herramientas para lograrlo. En particular, el estudio del Banco Mundial encontró que las ciudades pequeñas, en su mayoría, están rezagadas en cuanto a la simplificación de trámites y en varios de los aspectos de calidad. El reto a futuro, es lograr la convergencia de desempeños entre ciudades para que, en todas, se asimilen las buenas prácticas del país.

En conclusión, las mejoras en competitividad instan de un ambiente con planes de acción integrales que comprendan los dividendos de enfocar los esfuerzos en educación, integración regional y fortalecimiento institucional. En un contexto caracterizado por el posconflicto, las nacientes oportunidades solo serán aprovechadas si se acoplan los intereses del sector público y privado, y se ejecutan correctamente aquellos proyectos que logren mayores encadenamientos en el aparato productivo colombiano.

Fuente:

Héctor Steben Barrios

Jose Luis Mojica

Giovanni Andrés Gómez