Dado que Estados Unidos ha sido históricamente el primer socio comercial de Colombia, su mayor fuente de inversión extranjera y aliado geopolítico, el sorpresivo triunfo electoral de Donald Trump generó incertidumbre entre los empresarios. “Zozobra mundial” fue el término que usó la Andi en su análisis económico de diciembre de 2016, una perspectiva que se mantiene, pero sin que eso signifique, ni mucho menos, que los hombres de negocios estén al borde de un ataque de nervios.
“Toca ver cuántas de sus propuestas de campaña llevará Trump a la práctica”, comenta Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi). Esto, porque en campaña el magnate norteamericano hizo declaraciones preocupantes, como su oposición a los tratados de libre comercio y la defensa del proteccionismo en línea con su lema “Primero Estados Unidos”.
Mac Master es realista y destaca la racionalidad de algunas iniciativas de Trump. Le parece lógico, por ejemplo, que de los tratados comerciales defienda los que sean favorables. En el caso del suscrito con Colombia aún están por verse los resultados para ambas partes.
También le gusta que Trump sea pro sector privado y que entienda la importancia de este capital para el desarrollo socioeconómico. Se identifica con el mandatario en que es mejor tener las plantas de producción en cada país, antes que montarlas en otros territorios, pues eso significa más empleos impuestos, inversión y crecimiento.
Un frente en el que, en su concepto, sí se podrían presentar turbulencias, es el eventual retiro de Estados Unidos de la Alianza Transpacífica, por ser , según Trump, un “desastre potencial” para los intereses de su país. Para Mac Master está bien “que cada quién defienda lo suyo” y que se luche contra prácticas perversas del comercio mundial, como la subfacturación y el dumping.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios se muestra escéptico frente a propuestas del presidente número 45 de Estados Unidos, como la reducción de impuestos. Su aterrizaje podría estar al definir el presupuesto y ver que tal medida le significaría al Estado el tener que asumir mayores gastos.
Temor por la inversión
“Nuestra preocupación no es por lo comercial”, afirma Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex). Entre otras razones, porque la balanza comercial con Estados Unidos le favorece al país del norte. Caso distinto a lo que ocurre con China o con México, que han captado la atención de Trump.
Así las cosas, para Díaz Molina sería incomprensible que el nuevo mandatario denunciara el TLC que Estados Unidos firmó con Colombia, en mayo de 2012. Los temores de Analdex están más por el lado de las inversiones, porque al amparo del acuerdo comercial el mensaje para los empresarios norteamericanos es, vengan, produzcan aquí, que les sale más barato -entre otras cosas por la menor remuneración de la mano de obra- y luego exporten a Estados Unidos. “El discurso de Trump está en contra de eso”, anota Díaz Molina, quien no ve una masiva fuga de capitales de Colombia, pero sí un freno a la llegada de recursos frescos de inversión.
Ante la pregunta de ¿qué hacer?, el vocero de Analdex aconseja una receta tradicional en materia de comercio exterior, no suficientemente acatada: cuando la obtención de divisas está muy concentrada en un mercado, toca diversificar. Por lo tanto, añade Díaz Molina, “hay que dejar de tomarle el pelo a las exportaciones al Asia Pacífico. Este es el momento de iniciar esa ofensiva”.
“Hay que buscar mercados más estables, mirar hacia Europa y Canadá, por ejemplo”, opina Carlos Eduardo Botero Hoyos. El director Ejecutivo del Instituto para la Exportación y la Moda (Inexmoda), no descarta que un eventual deterioro de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, termine favoreciendo a nuestros exportadores. Con todo y el TLC, las ventas externas de confecciones al país del norte se mantienen flojas y de niveles de 650 millones de dólares que lograron en 2002, ahora rondan los 250 millones de dólares. Y, aún con la incógnita del gobierno de Trump, el Botero Hoyos piensa que Estados Unidos es un destino importante para vender ropa interior, jeans y toallas, entre otros bienes.
Más de lo mismo
Para Julio Roberto Gómez Esguerra, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Trump es más de lo mismo: con todos los presidentes, llámese Bush padre o hijo, Clinton, Reagan, Obama o Carter , la política del Departamento de Estado es la defensa de sus legítimos intereses como la nación más poderosa del mundo.
Pese a ello, el líder sindical señala que es preciso darle al nuevo mandatario un compás de espera. “No necesitamos que nos regalen nada. Lo que precisamos es que el comercio exterior crezca y que se resuelvan temas como la abultada deuda externa del país y que siga la cooperación en la etapa del posconflicto”.
Diego Cediel Nova, analista internacional y docente de la Universidad de la Sabana, da por hecho que Trump cumplirá las promesas que lo llevaron a la Casa Blanca, como la revisión de los acuerdos comerciales, el estímulo a la inversión en su país y la adopción de medidas proteccionistas.
De otro lado, Trump mantendría la línea de unas relaciones internacionales que tienen como eje la seguridad nacional, lo cual se relaciona con temas como el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado transnacional. En este contexto, el analista prevé que, si bien no se romperá el apoyo al proceso de paz con las Farc, sí podrían haber demoras y eventualmente hasta modificaciones al Plan Paz Colombia.
Al final de cuentas, dice Cediel, Colombia seguirá siendo un aliado de Estados Unidos en Suramérica. Pero está por verse cómo asumirá ese papel en la era Trump, de cara a los intereses norteamericanos frente a Venezuela, Ecuador y Bolivia .