¿Despegará el comercio fronterizo? – EL ESPECTADOR

Queda poco más de un mes para que se cumpla un año del cierre indefinido de la frontera colombo-venezolana y este domingo Cúcuta tuvo un breve recuerdo de lo que representaba para su economía el comercio fronterizo. El corredor humanitario que se habilitó el pasado 10 de julio les dio la oportunidad a miles de venezolanos de abastecerse de bienes de primera necesidad en la capital de Norte de Santander, dinamizando tanto a los pequeños como a los grandes negocios locales. Y dado que las cancilleres se reunirán el próximo 4 de agosto para estudiar una posible apertura, lo que se negociaría también podría implicar un choque económico en estas ciudades fronterizas colombianas.

Para Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), “indudablemente cuando se abra la frontera el comercio de Cúcuta se redinamizará. El efecto que se vio cuando se abrió el corredor humanitario el domingo pasado indica que la frontera está viva. A medida que exista escasez en la nación vecina, nuestro país se verá beneficiado por este comercio fronterizo. De hecho, tenemos reportes de que algunos venezolanos viajaron varias horas para hacer compras en Colombia. Sin embargo, en materia de comercio exterior el obstáculo principal continúa: el flujo de divisas. Mientras no se corrijan las imperfecciones en el mercado cambiario venezolano, los exportadores colombianos no se atreverán a mandar su producto a este territorio, ni siquiera sabiendo de la inmensa demanda que hay”.

En el caso de Cúcuta, hace un año su panorama económico era de contrabando, informalidad de cerca del 70 % y con uno de los desempleos más altos del país (14 %). Por esto, cuando Venezuela declaró el cierre de su país, el Gobierno colombiano tuvo que declarar emergencia económica en toda la frontera para implementar políticas de empleo, empresarial y de vivienda tanto para los afectados nacionales como para los expulsados de Venezuela. Y ahora que se estudia una posible reapertura, vale la pena preguntarse si los auxilios del Gobierno han tenido efecto dentro de la actividad comercial de las zonas afectadas. ¿Qué se ha logrado hasta el momento? ¿Están preparadas?

De acuerdo con las cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincit), se ampliaron los recursos disponibles para la reconversión productiva de los comerciantes de las zonas de frontera, pasando de $4.787 millones en 2015 a $10.285 en 2016. En este momento hay 30 de estos, de los cuales 10 se encuentran en etapa de estructuración acompañados por el Mincit e iNNpulsa.

Se trata de iniciativas enfocadas a agroindustria, negocios barriales (peluquerías, panaderías, talleres de mecánica y supermercados) y empresas franquiciadoras que quieren llevar sus marcas a esa región. Los recursos benefician a 1.200 pimpineros, 512 en Cúcuta, identificados en un censo realizado por el ministerio de Minas en las regiones de frontera afectadas por la crisis. El Gobierno Nacional también transfirió una zona franca al departamento de Norte Santander, una inversión que, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Cúcuta, asciende a $7.200 millones.

Asimismo, entre septiembre de 2015 y mayo de 2016, Bancóldex ha desembolsado $144.339 millones para ayudar a 10.280 empresas de Norte de Santander. En La Guajira, en mayo pasado se dispusieron $4.476 millones para también auxiliar a 1.441 comercios de esta zona. Además, hay un fondo de $10.000 millones para empresarios que tuvieron que relocalizarse desde Venezuela hacia Colombia. Los préstamos buscan ayudar a las necesidades de liquidez e inversión de estos negocios, para consolidarse en el mercado y generar empleo. ¿Se reactivará el comercio en la frontera?